RESUMEN DEL TEMA
El programa “Salvados”
consta de 4 entrevistas que conforman varios puntos de vista diferentes del
tema. El primer entrevistado es Juan González Bedoya, periodista y ex senador
socialista, que asegura que la iglesia en España disfruta de un auténtico
paraíso fiscal. A raíz del concordato de 1979 el gobierno se comprometía a
dotar de una asignación económica a la iglesia, pero a partir de 1988, es cuando
el gobierno de Felipe González introduce en la declaración de la renta la “famosa
casilla con la equis” para la Iglesia. La Iglesia aceptó convencida de que el
80% de la población marcaría la casilla, la sorpresa llegó cuando tan solo el
30% la marcó. El ex senador calcula que la iglesia ingresa en España alrededor
de 7.000 o 10.000 millones de euros, pero que no todo proviene de dicha casilla,
sino también de los colegios concertados religiosos, aportaciones voluntarias y
de dotaciones que dan diferentes ministerios.
Uno de los
privilegios que comenta el entrevistado trata sobre el citado paraíso fiscal del
que, asegura, es producto de que la Iglesia ha estado exenta de pagar el IVA
hasta hace menos de una década y a que en la actualidad sigue sin pagar el IBI.
Mientras se
desarrolla la entrevista en la catedral de la Almudena (Madrid), Jordi Évole,
presentador del programa, decide realizarle algunas preguntas sobre el tema a
un cura que pasa por la zona. Al comentarle todos los datos ya citados éste
niega la mayor, y asegura que si el Estado tuviese que hacerse cargo del bien
social que hace la iglesia, la dotación económica que se le otorga a ésta,
sería considerado insignificante. Aquí se da por concluida la primera
entrevista del programa.
Da comienzo la
segunda entrevista, nos trasladamos al Congreso de Diputados (Madrid), Juan
Moscoso, diputado socialista, nos da su opinión. Su primera preocupación es la
financiación de la Iglesia con los impuestos de los españoles, y aboga por la
separación Iglesia-Estado y por una futura autofinanciación de la Iglesia. A
pesar de sus buenas palabras, Jordi Évole, le pregunta que por qué no se
tomaron ese tipo de medidas cuando el gobierno de Zapatero, su partido, estaba
en el poder a lo que él justifica con “no dio tiempo, demasiadas presiones e
intereses encontrados…”. Se insinúa que el partido se guardó esta mini “guerra”
con la Iglesia para futuras candidaturas por su elevado peso dentro de los
votantes socialistas. En resumen, el diputado reivindica que a la iglesia le
debería ser indiferente qué partido gobierne en España, no debería estar ligado
a la Iglesia de ninguna forma. Tratando ya los privilegios de la Iglesia,
comenta la capacidad de la Iglesia para inmatricular inmuebles como si fuera un
notario, sin tener que rendir cuentas ante nadie.
La conversación
guía a Jordi hasta Pamplona para conversar con un miembro de la “Plataforma en
Defensa del Patrimonio Navarro”, Pascual Larumbe. Asegura que la iglesia busca lucrarse
aprovechando los privilegios que le otorga la ley. La Iglesia puede inmatricular
inmuebles públicos no registrados y que no sean religiosos (Ley 1946) y en 1998
quitan la prohibición de no inscribir templos religiosos, aumentando así sus
privilegios. No necesitan justificar nada, la iglesia misma crea un certificado
que tiene validez, actúa de notario dando fe de que el inmueble es suyo por
derecho, porque sí. Todo eso lo hace el arzobispado (los jefes) no los curas de
a pie. Calcula que la Iglesia ha registrado a su nombre 1.087 inmuebles entre 1998-2007 (solo 9 años), y aún ahora se
sigue haciendo.
Da un ejemplo
de inmatriculación en 2007 con el camino de Santiago en auge, el Albergue de peregrinos en teoría era del
ayuntamiento, pero al intentar hacer obras para acondicionarlo descubren que el
arzobispado lo había inmatriculado a su nombre, el ayuntamiento lo compra-recompra
por 467.000 euros (76 millones de pesetas)
+ 250 m/2 de tierras a las afueras de Pamplona
para construir una iglesia. Asegura que de 1087 bienes el 22% no son dedicados
al culto (casas, escuelas, campos, viñas...etc.). Es más, cita al pueblo de
Ziriza, a las afueras de Pamplona, como un ejemplo del poder de la Iglesia. Allí
se va Jordi a por el penúltimo entrevistado.
Hablamos ahora con el ex alcalde de Ziriza, Rafael Gorostidi. “Me han
estafado”, así comienza la entrevista. Rafael es rotundo, declara que la
Iglesia especula con la compra-venta de inmuebles registrados a su nombre haciendo
uso de los privilegios que le da la ley para lucrarse. Habla del registro de
una Iglesia y una casa parroquial del pueblo. Considera que la iglesia puede
hacer uso, pero no es dueña del inmueble. También se hacía uso civil de la Iglesia
antiguamente. Ahora la casa parroquial es del ayuntamiento porque la Iglesia la
saca a la venta en una inmobiliaria y el ayuntamiento la adquiere por 123.000
euros. El siguiente edificio es otro caso igual aunque al final se la quedó un
particular por ofrecer más dinero.
La Iglesia se
embolsa 220.000 euros entre una venta y otra en el 2010. Especulación económica
con la venta de inmuebles registrados a su nombre. El arzobispo se reunió con
el, entonces, alcalde para decirle que si tiene problemas, use a sus
abogados. Toca ahora saber el último
punto de vista, la del propio arzobispo, por lo que Jordi Évole solicita
audiencia con él, aunque alegando estar ocupado, el obispo envía a un portavoz
para que conceda la entrevista.
Nos desplazamos
así al arzobispado de Pamplona para
hablar con Javier Cherrez. Éste se dedica a negar las "acusaciones"
de los entrevistados anteriores, asegura que no sabe nada de esos casos y que
la iglesia no se ha apropiado de nada, solo hace público que un bien es suyo.
Puede haber errores, pero por regla general está todo correcto. No considera
privilegio debido a que la Iglesia Católica es anterior a la creación de
España en España. Repite que no se han
apropiado de nada. Niega el secretismo, simplemente no entiende por qué debe
dar explicaciones a un partido político de lo que la Iglesia hace. Niega el
carácter lucrativo de la Iglesia. No hay párrocos avariciosos, Jordi insiste en
que eso es cosa de las cúpulas más altas. Jordi le saca el documento de la
preventa por 50.000 € y justifica que
vender algo que es de posesión de la iglesia es lógico y lícito. Ante las
escusas de Javier de desconocimiento de los temas, Jordi se queja de que el
portavoz no viene informado a la entrevista. Justifica que la iglesia use el
dinero que gana/genera en el bien social de lo que quiera. Ataca a los
ayuntamientos por sus líos y asegura que la iglesia maneja mejor el dinero para
obra social. No hay otra iglesia del tamaño y extensión de la iglesia católica
y justifica los "privilegios" en que hay que tratarla distinta,
porque la Iglesia "es un bicho raro", no hay otra igual. Es única.
OPINIÓN PERSONAL
“Que Dios te lo
pague”, así se llama este programa en el que podemos escuchar opiniones de todo
tipo. Mi opinión es que la Iglesia, como todos sabemos, ha tenido siempre demasiado
poder. En la historia de España la Iglesia siempre ha estado vinculada al
pueblo, pero en estas épocas ya no debería estarlo tanto. Lo primero que me
llama muchísimo la atención es cómo una ley, hecha en el franquismo, no sólo
sigue en rigor en la democracia sino que, además, se le da más poder. Gracias a
esta ley la Iglesia puede inmatricular los bienes que quiera, sin tener que
pagar nada, algo que debería ser inaceptable. Es verdad que la Iglesia ofrece
mucha ayuda a los pobres, marginados… pero es que todo eso, al fin y al cabo, lo
paga el pueblo español, por medio de la “X” u otros impuestos indirectos.
Y, además, ¿son
necesarios todos los adornos que hay en el Vaticano o en cualquier Iglesia o la
vestimenta de los curas, el papa, etc.? ¿Es que esto ayuda a alguien? Un cura
dice que por supuesto, que sin eso ellos no serían nada. Se supone que tienen
que predicar la palabra de Dios, ¿no? ¿Cuál
es para ellos: paga más y tendrás mejor sitio cuando “subas al cielo”? Estos es
incomprensible, la palabra de Cristo dice claramente que ayuden a los pobres y,
mientras la Iglesia vive en un paraíso con todo lo que quieran, ahí siguen
estando esas personas que no tienen nada que llevarse a la boca en muchísimos días,
que se mueren cada segundo, que viven en lugares inauditos… esto es inadmisible.
El mismo cura del que hemos hablado antes dice
que debemos entender la Iglesia como un poder que ofrece cosas que el Estado no
podría, y que es una institución jerarquizada. Éste también dice que ahora
mismo estamos viviendo una crisis de fe Cristiana, en esta parte estoy de
acuerdo, ya que la mayoría de los jóvenes de hoy día no creen en la religión Cristiana,
pero en cierto modo también es culpa de esta institución porque predica cosas
que no las decía Jesús de Nazaret. Además, muchos jóvenes creen en Cristo, pero
lo que les sobra es la Iglesia.
Tampoco
entiendo por qué a la Iglesia le tiene que beneficiar o perjudicar que esté
gobernando un partido político u otro. Cuando estuvo Zapatero se le restringió algunas
cosas, pero este partido le ofreció más dinero a cambio de “paz social”, ya que
fue una época en la que se sucedieron muchas manifestaciones en contra de la
iglesia por razones dichas anteriormente. Además, si tuviera que pertenecer o
atender a algún partido político, creo que debiera ser partidos de la
izquierda, ya que es socialista y se supone que el fin es ayudar a los más necesitados
y no buscar el enriquecimiento. También hay que recordar que en la Constitución
el Estado español se declara aconfesional, según el artículo 16.3 CE de 1978: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal.
Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad
española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la
Iglesia Católica y las demás confesiones.” Con toda lógica y, en referencia
a este artículo, la cooperación con las confesiones por parte del Estado es muy
lícita siendo normal, por su solidez en la historia de nuestra sociedad, que la
mayor beneficiada sea la Católica, no siendo por ello tan lícito el modo en el
que queda liberada de todo tipo de obligaciones lo que ha llevado a que se
convierta en un paraíso fiscal.
La Iglesia no
sólo se beneficia del dinero que obtiene del Estado, sino que, además, está
exenta de pagar el IBI y, hasta hace poco, el IVA. El Impuesto del Valor Añadido
se lo impuso el gobierno de Zapatero, pero a cambio de una subida en el
porcentaje de la “X” del 0,5% al 0,7%. El IBI (Impuesto sobre los Bienes Inmuebles)
es uno de los impuestos de los que la Iglesia se libra. Al Estado, esta exención
le perjudica mucho, ya que la Santa Sede posee muchísimos inmuebles en España.
Hablamos de más de 100.000 y, por supuesto, no todos son de culto religioso. Han
aumentado su patrimonio en más de 1000 en tan solo 10 años y sólo en España.
Esto lo hacen en base a una inmatriculación en la cual sólo se requiere una
declaración de la propia Iglesia afirmando que es suyo, sin demostrar título alguno,
ni siquiera que nunca lo haya poseído. Y, por si no fuera poco, cuando el
Ayuntamiento de un pueblo se da cuenta que un bien que creía ser suyo no lo es,
tiene que pagarle a la Iglesia lo que ella pida. Encontramos un caso en un
pueblo de Pamplona, en el que el alcalde dice que ha recibido la mayor estafa
de su vida. La Iglesia inmatriculó varios inmuebles de este lugar, en un
intento por recuperarlos la Iglesia mandó una carta oficial que decía que si lo
quería, tendría que comprarlo. Así vemos cómo la Iglesia pone a la venta estas
propiedades en una inmobiliaria, dejando que lo compre el mejor postor, como si
de un particular se tratase. Al contrario que ocurre con la inmatriculación.
Todo esto
asombra mucho, pero lo peor es que el Estado no les ha implantado ningún
recorte. En la época que estamos viviendo vemos cómo el Estado español recorta
en educación, sanidad, políticas sociales, etc. Parece ser que la Iglesia es
una institución intocable que sólo se puede beneficiar del Estado y no puede
ser perjudicada en cuanto a sus grandes privilegios.
Es cierto que
la Iglesia realiza mucha obra social, un claro ejemplo sería el de Cáritas y
otras fundaciones que ofrecen asistencia sin ánimo de lucro. Ahora bien, el Estado
también hace obra social, o más bien llamado política social, con subvenciones,
becas, etc. Por eso nos preguntamos, ¿tiene que gozar la Iglesia de una posición
privilegiada aunque se trate de una institución que siempre ha estado arraigada
a nuestra cultura históricamente? ¿Tiene que estar exenta de pagar unos
impuestos que pagamos todos? El poder que tiene es innegable y está totalmente
anticuada, obsoleta, desfasada y sigue siendo una de las mayores instituciones
que existen en España, por no decir la mayor.
Para terminar, podemos decir que,
desgraciadamente, con los últimos acontecimientos vividos en nuestro país, se
produce un agravio comparativo inexplicable entre la Ley Hipotecaria de la
Iglesia y la que tenemos los ciudadanos. Nuestros políticos ahora, quizá, después
de una serie de suicidios motivados por desahucios, comiencen a estudiar la
reforma de esta Ley. Si la Iglesia predica la palabra de Jesús, que dice que
hay que ayudar al prójimo, ¿dónde está la Iglesia en estos sucesos? ¿Dónde el Estado?
Se ayudan mutuamente, dejando al ciudadano apartado de los beneficios pero
cargado de las obligaciones.